Litio en Sudamérica

El litio –denominado muchas veces “oro blanco” o “el mineral del futuro”

Geopolítica, energía y territorios

El litio nos sitúa de lleno en un mundo trastocado, en exceso contemporáneo. Transitamos la era del Antropoceno en los últimos 300 años porque la humanidad se transformó en una fuerza geológica
capaz de alterar la reproducción natural de los ecosistemas, de la capacidad vital en su conjunto. Una de las causas mayores de este inédito productivismo reenvía de manera directa al empuje desatado por la combustión fósil –los 15 tera watts (Tw) desplegados en el año 2017 por los hidrocarburos (petróleo, gas, carbón) empalidecen los 0,5 Tw de la fuerza conjunta de los 7.000 millones de humanos–; pero el oasis energético del que gozamos acusa un límite cercano. En principio, la expansión del capitalismo y de la combustión fósil son dos hechos indisociables (de aquí que se hable en verdad de “capitaloceno” o que se subraye que han sido unos pocos países centrales los históricos responsables de la degradación global). Por esta vía, la conjunción del cambio ambiental global –una suerte de ecocidio–, la financiarización de la vida y la naturaleza, la merma física de los recursos (el peak all y no solo el peak oil) y la interminable explotación del trabajo vivo dibujan el paisaje de las condiciones actuales.

Transición energética, principios y retos: la necesidad de almacenar energía y el potencial de la batería ion-litio

Martín Kazimierski

El debate energético mundial estuvo históricamente centrado en la preocupación por la finitud de los recursos energéticos, en particular de los combustibles fósiles, y el colapso que esto podría generar en un sistema global altamente depredador de los recursos que lo rodean. Más cercano en el tiempo, se ha extendido el consenso en la comunidad científica acerca de la amenaza del fenómeno del cambio climático, producto de la quema de estos mismos hidrocarburos. Así, la apuesta por un cambio en el paradigma energético se ha presentado como una necesidad: a fines de los años ‘70 del siglo pasado, en Alemania surge el término Energiewende, conocido como “transición energética”, creado por quienes se oponían a la energía nuclear con la intención de mostrar que era posible un mundo basado en energías alternativas (Fornillo, 2017).

Una región atacameña. Derecho indígena y expansión minera.
Territorios en disputa.
La región que involucra a los salares es parte de una unidad geográfica y cultural: la región de Atacama. En ella, las delimitaciones jurídico-estatales de los Estados Nación, hacia su interior de provincias y departamentos, se superpone con los procesos de identificación tanto históricos como regionales, las formas de circulación de quienes allí habitan, sus actividades productivas, sus usos y costumbres.

La yuxtaposición legal que existe entre la Nación y las provincias ha sido uno de los principales obstáculos para la implementación de las titulaciones. Otro obstáculo lo fue la incompatibilidad entre las
formas de ocupación del lugar por parte de las comunidades –que implican el uso de la tierra de manera rotativa y la múltiple pertenencia comunitaria– y los criterios de censos y relevamientos territoriales institucionales que no contemplan estas especificidades. La más temprana entrega de títulos territoriales en el departamento de Susques y la radicación más acelerada de las empresas marcará parte de las diferencias de los procesos organizativos entre las comunidades de Susques y las cercanas a Salinas Grandes.

Explicando en parte las posturas diferenciales en torno a la aceptación –o no– de la explotación del litio en los salares de la región. Así, mientras en el año 2010 la llegada de las empresas Exar y Sales de Jujuy (Orocobre más JEMSE) activa un acelerado y temprano proceso de resistencia en Salinas Grandes.

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